Una horrible tradición se realiza cada año en una de las islas de Dinamarca, se trata de la cada vez más repudiada ‘grindadráp’, un método de caza típico en las Islas Feroe. Es ahí donde cerca de 250 cetáceos son apuñalados a muerte y expuestos en las orillas de las playas para el deleite de la gente.
Por una vez al año el apacible y culto pueblo danés entra en un frenesí de sangre, ya que a parte de asesinar a los calderones o ballenas piloto las dejan expuestas en las orillas de las playas de Bøur y Tórshavn, donde mueren lentamente ante la vista y paciencia de los cientos de habitantes de ese lugar. Durante esta tradición las playas se quedan teñidas de rojo por días debido a la masacre.
Pero ante este tipo de tradiciones activistas de la organización ecologista ‘Sea Shepherd’ intentaron detener el ‘Grindadráp’ ya que la consideran una práctica sangrienta e inhumana. ‘Sea Shepherd’ es considerada una de las ONG más radicales del mundo y para mostrar su repudio muestra fotos muy crudas como un intento vano de sensibilizar a dicha población.
Sin embargo poco o nada sirve, ya que las mismas autoridades de las islas y de la propia Dinamarca recalcaron que dicha especie de cetáceos no está en peligro de extinción, del mismo modo aseguraron que al no haber biodiversidad en esa zona promueven este tipo de caza para la alimentación de sus habitantes, además del factor tradicional.
Es tanto el fanatismo de esta tradición que la marina danesa cuida que ningún ONG se entrometa en la festividad. Tal es el caso de dos activistas que fueron detenidos por eran acusados de obstruir una caza de ballenas, que está fuertemente reglamentada en las Islas Feroe.
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